13 mayo 2011

El juego

Me alejé de casa caminando por el bosque. Apenas comenzaba la tarde. Todavía no había luciérnagas revoloteando en los alrededores.
Caminé hasta un punto en el que los troncos parecieron acercarse entre sí. El follaje dejaba pasar algo de luz. A lo lejos pude ver a un hombre.
Me aproximé hasta percatarme de que era un espadachín. Pensando que tal vez buscaba un lugar para practicar, decidí seguirlo esperando aprender algo.
Cuando llegamos hasta un claro desenvainó su espada y decidió confrontarme. Los aceros se cruzaron silbando. Al final mi espada tenía sangre.
Aquel día decidí salir al bosque a jugar con mi boken . Regresé al anochecer, cansada pero contenta de que las luciérnagas alumbraran mi camino.

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