Anoche decidí que me voya tatuar un Cthulhu de mi propio diseño en algún lugar del cuerpo. Pero no quiero llenarme la espalda con un dios pagano en una pose amenazadora. Creo que algo simbólico, incluso simplificado y caricaturesco, bastará para llenarme de felicidad. He aquí la primera idea, que emergió de mi Wacom durante la madrugada en un momento negro y humorístico. El texto es un extra que no contemplo para el dieseño final.